Un artículo de Ana Real (FEVECTA)
CREARQCIO, OKAMBUVA y VACACIONES PERMANENTES muestran la capacidad del cooperativismo para ofrecer respuestas globales a temas como la vivienda, la despoblación, el envejecimiento o el empleo.
El cohousing es la contracción de la perífrasis inglesa colaborative housing (vivienda colaborativa) y que a la valenciana se ha acuñado con el término cohabitatge. Es una modalidad de acceso a la vivienda que permite a una comunidad de personas vivir en un edificio o grupo de viviendas sin ser los propietarios o los arrendadores, por un plazo de tiempo habitualmente amplio (durante todo el tiempo que sean socios o socias y, en caso de que a la cooperativa se le haya cedido suelo público, por el tiempo que dure dicha cesión, que suele ser por perídos de 50 o 75 años, por ejemplo) y a un precio inferior al del mercado. Pero es mucho más, se trata de un tipo de comunidad de personas cohesionada por su forma de entender la relación entre vida privada y la vida en común. El Cohousing sirve a una comunidad de personas que viven en un mismo entorno, diseñado por ellas mismas, que se compone de varias viviendas o espacios habitacionales independientes y privados, y que comparten una serie de equipamientos comunes y servicios para satisfacer las necesidades concretas del grupo o comunidad de personas que allí reside y desarrollar la vida colaborativa inherente a la filosofía del cohousing.